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Cortisol en sueño infantil

¿Cómo la falta de sueño puede afectar las emociones de tu hijo?

sueño infantil Nov 18, 2025

El cortisol es conocido como la hormona del estrés. Y aunque muchas veces tiene mala fama, en realidad la necesitamos porque nos ayuda a despertarnos en la mañana, mantenernos alertas y responder ante retos.

El problema aparece cuando los niveles de cortisol permanecen elevados por demasiado tiempo. Y esto es exactamente lo que pasa cuando un niño no duerme lo suficiente.

¿Qué pasa en el cerebro de un niño cuando duerme poco?

Cuando tu hijo duerme menos de lo que necesita, su sistema nervioso central entra en un estado de estrés. Esto activa el eje HPA (hipotálamo–pituitaria–adrenal), que dispara la producción de más cortisol en el cuerpo.

El resultado es un círculo vicioso difícil de romper:

  • Más cortisol dificulta conciliar y mantener el sueño.

  • El mal descanso eleva todavía más el cortisol.

  • Este exceso de cortisol interfiere directamente en la regulación emocional del niño.

De hecho, estudios en población infantil y preescolar (como Sleep & Stress Reactivity) han demostrado que los niños con más despertares nocturnos presentan niveles más altos de cortisol matutino, lo que se relaciona con más irritabilidad, ansiedad y dificultad para autorregularse durante el día.

¿Cómo se manifiesta el círculo vicioso del cortisol en casa?

Si esto te suena familiar, no estás sola. Muchas familias describen el mismo patrón:

El bebé duerme mal → amanece irritable → tiene más berrinches (desbordes emocionales) → le cuesta concentrarse → y al llegar la noche, vuelve a tener dificultades para dormirse.

Ese es el círculo vicioso del cortisol en acción.

3 Pasos para bajar el cortisol en los niños

Por suerte, este círculo se puede romper. Con rutinas de sueño adecuadas y hábitos consistentes, los niveles de cortisol tienden a regularse y la regulación emocional mejora notablemente.

Algunos pasos que puedes empezar hoy mismo:

  • Rutinas de sueño consistentes: crea una pequeña rutina nocturna (luz tenue, baño, canción suave). Esto le da señales claras al cerebro de que es hora de descansar.

  • Ambiente relajado antes de dormir: evita pantallas y ruidos fuertes en la última hora del día.

  • Hábitos saludables durante el día: ofrecer siestas adecuadas, buena alimentación y actividad física equilibrada.

El resultado:
✔️ Niños que concilian mejor el sueño.
✔️ Menos despertares nocturnos.
✔️ Mayor estabilidad emocional durante el día.

 

Conclusión:

Para dormir bien por la noche primero hay que regular las emociones durante el díaEl sueño no es solo descanso: es la herramienta biológica más poderosa que tiene tu hijo para crecer sano, aprender y autorregular sus emociones.

Cuidar su descanso es también cuidar de su cerebro y de su corazón emocional.

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