¿Por qué los niños necesitan rutinas?
Nov 13, 2024Estoy segura que desde que te convertiste en mamá has escuchado hablar mil veces sobre “la rutina nocturna” y puede que tu misma te hayas visto intentando organizar las actividades de la tarde para calcular que te dé tiempo de hacerla con calma. Pero, realmente ¿por qué es importante? ¿Qué beneficios tiene para nuestros hijos?
Las rutinas consisten en la implementación de hábitos constantes que repites todos los días, y les brindan a nuestros hijos una estructura que les permite sentirse seguros, anticiparse a lo que va a pasar y desarrollarse de forma saludable.
Realmente son muy pocas, por no decir ninguna, las cosas que los niños “controlan” en su día a día, (bueno a excepción que tengas un toddler jajaja), pero aún así, nosotros tomamos las decisiones por ellos, decidimos qué actividades realizan, en qué horarios, etc. Esta “falta de control” les genera cierta incertidumbre, sin embargo, el tener rutinas establecidas y esa sensación de “orden” en su dinámica, les permite anticiparse a lo que va a venir, reduciendo los niveles de ansiedad e influyendo positivamente en su desarrollo socioemocional, conductual e inclusive académico.
¿Cuáles son los beneficios de las rutinas?
1. Desarrollo socioemocional
La repetición les permite anticiparse a lo que viene y esa preparación, en muchos casos, evita enfrentamientos innecesarios con los padres y los ayuda a regular su comportamiento y emociones.
Lo mismo pasa en los colegios. De hecho, está comprobado que la implementación de rutinas se traduce en un mejor rendimiento académico Muñiz et al. (2014).
2. Autorregulación y resiliencia
Según un estudio de Ferretti y Bub (2014), los niños que crecen en ambientes con rutinas predecibles tienen la capacidad de desarrollar mayores habilidades de autorregulación y resiliencia que favorecen su proceso de desarrollo en general.
3. Conexión con padres y habilidades cognitivas
La implementación de rutinas ayuda a fortalecer la conexión de los niños con sus padres. El entender lo que va a pasar, permite que los niños se sientan protegidos y más conectados con sus padres lo que les permite fomentar sus habilidades sociales. Keltner (1990).
Las rutinas también promueven el desarrollo de habilidades cognitivas favoreciendo su proceso de aprendizaje y permitiéndole a los niños procesar la información de forma más efectiva.
4. Reducción de ansiedad y estrés
El predecir lo que va a ocurrir se traduce en seguridad y reduce significativamente los niveles de estrés en los niños. La falta de rutina y estructura aumenta los niveles de ansiedad y dificulta el proceso de aprendizaje y socialización.
¿Cómo establecer una rutina nocturna efectiva?
Lo más importante es crear una rutina que se ajuste a tu estilo de vida, dinámica familiar y necesidades de tu familia. No todas las rutinas tienen que verse iguales, a lo mejor lo que le sirve a tu mejor amiga en su casa, no es lo mismo que te funciona a ti y a tus hijos.
- Establecer los momentos del día en los cuales quieras instaurar rutinas: en este caso es la rutina nocturna, sin embargo, puedes establecer una rutina para el momento en que se despierta y se preparan para ir al colegio.
- Desglosar los pasos que forman parte de la rutina: identifica todas las cosas que se deben hacer e incluye algunas actividades divertidas (pueden ser cortas) que motiven a tu hijo y lo motive a seguir la rutina. Un ejemplo de esto puede ser cantar una canción después del baño.
- Organizar las “acciones” de la rutina de forma estratégica: ordena una actividad que “tiene que hacer” con una actividad más divertida. Por ejemplo: “nos lavamos los dientes y luego vamos a leer tu libro favorito”.
- Brindar espacios de autonomía: permite que tu hijo tome ciertas decisiones y elija entre diferentes opciones dentro de la rutina. Por ejemplo: qué libro van a leer, la pijama que se va a poner o el peluche con el que quiere dormir.
Estas son decisiones que no “afectan” la estructura de la rutina, pero les permite sentir que tienen cierto control y aumentan su sentido de autonomía (Dibley & Lim, 1999). - Implementación: empieza a poner en práctica la rutina, repitiendo todos los pasos día a día. Si sientes que algo no está funcionando, haz los ajustes necesarios.
- Celebra los pequeños logros: felicita a tu hijo cada vez que cumpla los pasos de la rutina.
Conclusión
Implementar rutinas no solo permite organizar y estructurar el día de mejor manera, sino que también proporciona un ambiente seguro que les permite a tu hijo crecer y desarrollarse a nivel social, emocional y cognitivo. Además, le permite desarrollar habilidades que le servirán durante toda su vida.
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