¿Alguna vez has sentido que tu hijo está más irritable, con cambios de humor o haciendo más berrinches? Aunque no lo creas, ¡puede ser por falta de sueño!

A veces, es difícil saber cual es el momento adecuado para acostar a nuestros hijos, pero hay señales muy claras que te pueden ayudar a identificar si a tu bebé le faltan horas de sueño nocturno o diurno. Conocer estas señales te permitirá ajustar su rutina de sueño para ayudarlo a dormir mejor y, sobre todo, el tiempo que necesita para su correcto desarrollo físico, emocional y conductual.

Señales de sueño:

1. Se despierta llorando o irritable:

¿Has notado que tu bebé se despierta llorando o de mal humor en la mañana o después de alguna de sus siestas? Esta es una señal clarísima de que le faltan horas de sueño. Su cuerpo necesita seguir durmiendo para lograr descansar y reparar, pero no lo logra y se despierta antes de tiempo frustrado, molesto e irritado.

2. No come tanto en el día:

El cansancio puede afectar el apetito de tu hijo. Si notas que de repente está comiendo menos o muestra poco interés en sus comidas, podría estar relacionado con la falta de sueño. Cuando los bebés están cansados, su cuerpo va a priorizar el descanso por encima de la alimentación y esto se va a reflejar en una disminución de su apetito.

3. A las 5-6 pm está muy irritable:

La terrible “hora loca” en la que la gran mayoría de los niños, en especial los toddlers, acumulan el cansancio del día, se ponen muchísimo más irritables, empiezan con pataletas, berrinches y les cuesta muchísimo regular sus emociones. Este tipo de comportamientos es una señal de sobre cansancio generado por un exceso de cortisol acumulado en su cuerpo.

4. A las 5-6 PM tiene muchísima energía:

Curiosamente, el sobre cansancio puede manifestarse de una manera opuesta, es decir, con un exceso de energía al final de la tarde. Esto es especialmente común en los "toddlers". A veces, en vez de mostrar señales de cansancio, un niño puede tener una explosión de energía producto de la acumulación de cortisol. Este exceso de energía dificulta que logren calmarse y relajarse a esta hora del día.  

5. Llora mucho a la hora de dormir:

El sobre cansancio puede generar que tu hijo llore muchísimo al momento de acostarlo a dormir. El exceso de cortisol en el cuerpo le dificulta relajarse para conciliar el sueño. Si este es tu caso, puede indicar que tu hijo necesita dormirse más temprano para evitar llegar a un nivel de cansancio extremo y que le sea más fácil conciliar el sueño nocturno.

6. Se queda dormido fuera de las horas de siesta:

Si tu bebé se duerme fuera de los horarios adecuados para su edad y duerme menos siestas o menos tiempo del que necesita, esto podría reflejar falta de sueño. Los bebés tienen necesidades de sueño específicas que varían con la edad, y cuando no obtienen el sueño que necesitan durante la noche y el día, pueden empezar a dormir a deshoras y mostrar señales de cansancio.

7. Has notado muchos cambios de humor:

Los cambios de humor pueden ser un indicador clave para determinar si tu hijo no está durmiendo lo suficiente. Los toddlers son especialmente sensibles a la falta de sueño y se les nota en su comportamiento y humor. El cansancio afecta la capacidad de los niños para regular sus emociones. Lo mismo nos pasa a los adultos cuando estamos cansados o pasamos una mala noche, es probable que estemos de malhumor y que nuestro comportamiento cambie durante el día. 

8. Duerme menos de 10-11 horas en la noche:

Hasta aproximadamente los 4 años, los niños necesitan entre 11 y 12 horas de sueño nocturno para estar bien descansados. Si tu hijo está durmiendo menos tiempo durante la noche, puede ser una señal de que le falta sueño.

Cada niño es único, hay algunos que son menos dormilones y pueden funcionar con menos horas de sueño (10 horas y media) sin que les afecte su temperamento y estado de ánimo.

CONCLUSIONES:

El sueño es una pieza clave para el adecuado desarrollo y bienestar de tu hijo. No todos presentan las mismas señales, pero aprender a reconocer las de tu hijo te va a permitir organizar sus horarios y rutinas de acuerdo con los requerimientos y necesidades propias de su edad.

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