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Sobrecansancio en niños

¿Qué es el sobrecansancio y cómo eliminarlo?

sueño infantil Nov 07, 2025

¿Qué es el sobrecansancioy por qué pasa?

El sobrecansancio ocurre cuando un bebé pasa más tiempo despierto de lo que su cuerpo y cerebro pueden tolerar para su edad.

Así como los adultos nos sentimos agotados cuando nos desvelamos, los bebés también se desregulan cuando permanecen despiertos más allá del tiempo que su sistema puede manejar. Esto se traduce en un cansancio extremo.

 

¿Por qué ocurre?

Dependiendo de la edad que tenga tu hijo, debería dormir cada cierto tiempo. Si al transcurrir ese tiempo, no se ha dormido, su sistema nervioso entra en modo alerta: empieza a producir cortisol. El cortisol es la hormona que te mantiene despierto pero también es la hormona del estrés y la hormona que te mantiene en estado de alerta. El cortisol es el redbull o la cafeína de los niños Esto le impide relajarse, aunque esté agotado

Y aquí viene el problema: mientras más cansado está, más le cuesta dormirse.

Y es aquí cuando empieza el ciclo silencioso.

 

6 señales claras de que tu bebé está sobrecansado

  • Le cuesta mucho dormirse:

Aunque esté agotado, no logra conciliar el sueño. Llora, se mueve mucho, se pone rígido o muy irritable. Todo esto es efecto del exceso de cortisol en su cuerpo.

  • Despertares frecuentes: 

Si se despierta muchas veces durante la noche, generalmente llorando, o hace siestas muy cortas es porque el cortisol hace que no entre en sueño profundo, causando un sueño muy ligero que ocasiona dichos despertares.

  • Sueño muy ligero:  

Lo despierta cualquier cosa: un ruido, un movimiento, un cambio de luz… incluso su propio reflejo de sobresalto. Sí, esto también ocurre cuando el cortisol está elevado. Por eso es muy importante que llegue a la noche lo más relajado posible para que pueda entrar en sueño profundo.

  • Irritabilidad durante el día: 

Está más sensible, llora más, se frustra con facilidad y todo parece afectarlo más de lo habitual. Eso no es casualidad. Es el resultado directo de no dormir bien en la noche. 

Cuando un bebé no tiene un sueño reparador, su sistema nervioso amanece en alerta y eso se traduce en un día lleno de más llanto, menos tolerancia a la frustración, más apego, más peleas con la siesta, y mamás agotadas que no entienden qué está pasando. Dormir bien no es solo “dormir por dormir”, es salud emocional para ellos… y para ti también.

  • Despertares en la madrugada: 

Alrededor de las 5:00 a.m., los niveles de melatonina (la hormona que regula el sueño) empiezan a bajar, porque el cuerpo se está preparando para despertar. Si tu bebé está sobrecansado y tiene niveles altos de cortisol, esta caída de melatonina hace que le cueste mucho más volver a dormirse… aunque tenga sueño.   

  • Hiperactividad al final del día:

A veces, el sobrecansancio se manifiesta como un pico de energía (en especial al final de la tarde): cantan, gritan, corren, están más “activos” de lo normal. Esa sobreexcitación es una señal clásica de sobrecansancio. 

Aunque suene contradictorio, eso no es porque “tiene mucha energía”, es todo lo contrario: está agotado.

Cuando un bebé o niño no duerme lo suficiente, su cuerpo entra en 
modo emergencia.  Y para poder "aguantar despierto"  libera cortisol que es como si le dieras un Red Bull o una taza de café.  La hiperactividad antes de dormir NO es energía, es sobrecansancio  y el cuerpo lo grita como puede. 

  

 

¿Qué causa este ciclo de sobrecansancio?

  1. Ventanas de sueño muy largas para su edad

    Cada edad tiene un rango de tiempo ideal en el que un bebé puede estar despierto sin que su cuerpo se estrese, a eso le llamamos ventanas de sueño.

    Son como “bloques de tiempo” entre siesta y siesta (o entre la siesta y la noche) que nos indican cuándo el cuerpo de tu hijo está listo para dormirse de nuevo.

    Pero si tu bebé pasa más tiempo despierto de lo que debería para su edad… su cuerpo empieza a liberar cortisol para mantenerse alerta. Y ese “empujón hormonal” puede parecer energía, pero en realidad es estrés acumulado.

     Y ahí empieza el ciclo de sobrecansancio: dificultad para dormirse, más despertares nocturnos, siestas cortas y días eternos. Respetar las ventanas de sueño no es una regla rígida, es una forma de cuidar el ritmo natural de tu bebé y ayudarle a descansar mejor.

  2. Horario de siestas inadecuado o poco sueño diurno

    Si tu bebé no hace el número de siestas que necesita, si duerme muy poco o si hace las siestas en el horario inadecuado, esa falta de sueño diurno, genera sobrecansancio.

  3. Falta de rutinas claras y predecibles

Si no hay una rutina nocturna adecuada que lo ayude a relajarse antes de dormir, le costará más hacer la transición al sueño.

Un ejemplo de una rutina nocturna para la noche puede ser: cena, baño, pijama, cuento con luces tenues y dormir. Para las siestas, puede ser bajar luces, prender ruido blanco, cantar una canción suave y dormir.

 4. Sobreestimulación antes de dormir

Pantallas, luces intensas, juegos muy activos o sonidos fuertes justo antes de dormir dificultan que el cuerpo entre en modo descanso.

 5. Ambiente de sueño inadecuado

Cuidar el ambiente de sueño es clave para evitar el sobre cansancio. Demasiada luz, ruido, exceso de calor o frío o distracciones pueden hacer que, aunque esté cansado, no logre conciliar el sueño. 


¿Por qué tú también terminas sobrecansada?

Porque cuando tu bebé no duerme… tú tampoco.

Y el no dormir no es solo cansancio físico:

Es irritabilidad, agotamiento, dificultad para pensar con claridad, dudas, culpa, ansiedad. Empiezas a preguntarte si estás haciendo algo mal, si deberías probar otra cosa, si es tu culpa. Pero no lo es.

No estás sola. No eres la única. Y sí hay una forma de salir de ahí.

¿Cómo romper el sobrecansancio sin culpas?

Imagina que el cuerpo de tu bebé es como un tanque.

Cada siesta y  cada noche que duerme corrido, se recarga. Pero si va de una actividad a otra sin descansar, ese tanque se vacía… y no queda energía ni para relajarse.

  • Aprende a leer sus señales de sueño

No esperes al llanto. Si empieza a desviar la mirada, se frota los ojos o las orejas, se pone más inquieto, callado o irritable sin motivo. Ahí ya te está diciendo: “necesito descansar”. Y si lo llevas a dormir en ese momento justo, es mucho más probable que logre conciliar el sueño sin tanta lucha.

Recuerda que los bebés y niños casi nunca te van a decir “tengo sueño”.

De hecho, es más común que hagan todo lo contrario: Se activen, irriten o simplemente no den señales claras… Hasta que ya es demasiado tarde.

Muchos papás esperan al llanto o al “cansancio evidente”,pero para ese momento, ya entraron en modo sobrecansancio y el secreto para dormir mejor no siempre está en la noche… Empieza con aprender a leer las señales durante el día.

  •  Ajusta las ventanas de sueño dependiendo de su edad

Conocer los horarios y necesidades de sueño diurno de tu hijo es clave.

Por ejemplo:

- Un bebé de 6 meses no debería estar más de 2 horas despierto entre siestas.
- Si tu bebé tiene más de 18 meses, y hace una sola siesta, no debería pasar más de 5h despierto en la tarde.

  • Establece una rutina predecible antes de dormir

    Algo sencillo, corto y repetitivo: baño, luz baja, un cuento, canción. Nada elaborado, pero sí constante.

  • Crea un ambiente tranquilo y sin sobreestimulación

    Oscuridad, ruido blanco, temperatura agradable y cero pantallas antes de dormir. Esto hará que tu bebé logre dormir más profundo y tú tengas noches más predecibles.

  • Pide apoyo si lo necesitas

    Dormir no es un lujo. Es una necesidad fisiológica, para tu bebé y para ti.

 

Conclusión

El sobrecansancio no siempre se traduce en gritos y llantos. Muchas veces se convierte en un ciclo silencioso… pero agotadorLa buena noticia es que se puede salir de ahí y entender cómo funciona el sueño de tu hijo es el primer paso. 


 

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